La masturbación
Educación Sexual
LA MASTURBACIÓN
Este
tema polémico y tabú, lleno de equívocos, que genera confusiones y
sentimientos de ambivalencia sigue dando que hablar. Si bien se acepta
intelectualmente como una práctica normal, en general no es bien visto
por la gente y particularmente por los padres.
La Masturbación es una actividad sexual placentera que consiste en la
estimulación realizada por uno mismo sobre sus órganos genitales o zonas
erógenas con el fin de obtener placer u orgasmo mediante diversos
procedimientos. Generalmente se practica a solas aunque se puede
realizar en compañía.
Alivia la tensión sexual en todas las edades y posee un gran valor
gratificante para aquellas situaciones de personas con poca capacidad
para obtener pareja (discapacitados, viajeros, enfermos crónicos,
internados, presos, etc).

Es una práctica que con frecuencia recomendamos los sexólogos aquellas mujeres
con problemas de orgasmo. Es un recurso económico, siempre disponible, que no
trasmite enfermedades sexuales y otorga alivio y placer sexual.
Durante años fue considerada una desviación sexual y síntoma de inmadurez, hoy
no se considera enfermedad ni causa de la misma. La angustia y sentimiento de
culpa que le siguen pueden ser causa de traumas psicológicos, pero estos no los
causa la masturbación sino los sentimientos que genera su práctica en algunos
pocos individuos susceptibles.
Es una actividad normal que se da lo largo de toda la vida del ser humano,
formando parte del desarrollo psico-sexual y siendo practicada por ambos
sexos.
Practicada por la casi totalidad de los varones, es reconocida por algo más
del 60% de las mujeres. Hoy , la ciencia ha asociado, que aquellas mujeres que
han practicado la masturbación tienen mejor dinámica de parto y menos
posibilidades de tener Disfunciones sexuales en el futuro.
Es importante la vivencia positiva de la sexualidad sin culpas ni
inhibiciones; reconocer las sensaciones agradables y placenteras por la acción
masturbatoria no debe generar sentimientos de temor y vergüenza.
Durante la adolescencia contribuye al desahogo de la tensión sexual, el
reconocimiento de las zonas erógenas y la formación de la propia imagen
sexual. Las fantasías que la acompañan son preparatorias de los vínculos
heterosexuales.
El adulto también recurre a la masturbación por las mismas razones. Su
práctica y frecuencia variará de acuerdo a variables individuales.
Se considera normal aún dentro de la pareja, siempre que no sustituya
enteramente al coito.

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