Endocarditis infecciosa
Cardiovascular
DEFINICIÓN de la endocarditis infecciosa
La endocarditis infecciosa es una enfermedad que se produce como
consecuencia de la agresión de diversos microorganismos sobre el tejido
que tapiza las cámaras del corazón, el endocardio.

Las bacterias son los agentes responsables de la mayoría de los casos,
entre los cuales podemos destacar al género estreptococo (45 - 55%),
enterococo (15 - %) y estafilococo (25%). Dentro de los estreptococos,
el grupo viridans se presenta en el 55% de los casos.
La edad de presentación más frecuente es entre los 45 y 50 años, con un
leve predominio en los hombres.
CUADRO CLÍNICO de la endocarditis infecciosa
Tanto la forma de presentación como su evolución son variables en cada
una de las personas afectadas. Puede presentarse con manifestaciones
generales, como un síndrome febril prolongado, con cansancio, sudación
nocturna, escalofríos, disminución del apetito con adelgazamiento y
dolores musculares. Esto ocurre si el agente causal no es muy agresivo.
A nivel cardiovascular, generalmente se presenta un soplo cardíaco,
dependiendo del lugar del corazón que resulte afectado.
La piel y las mucosas habitualmente están pálidas como consecuencia de
la anemia secundaria al proceso infeccioso. En la boca y en los ojos,
pueden aparecer pequeñas manchas rojizas, que desaparecen en 24 horas.
En las palmas de las manos y en las plantas de los pies, también pueden
aparecer manchas rojizas, redondeadas y no dolorosas.
La afección de los riñones puede desencadenar dolor en la región lumbar
y un cambio en la coloración de la orina.
El sistema nervioso central se ve afectado en el 30 - 40% de los casos,
generalmente por procesos embólicos cerebrales que obstruyen el flujo
sanguíneo.
TRATAMIENTO de la endocarditis infecciosa
El tratamiento está orientado a la erradicación del agente causal
mediante la utilización de antibióticos específicos. Para la elección
del antibiótico más eficaz, deben realizarse algunas pruebas para
determinar la sensibilidad del germen al antibiótico.
Para el estreptococo, la penicilina asociada a la gentamicina resulta
eficaz, por un período de 4 semanas. En caso de que dicho germen sea
resistente a la penicilina, debe utilizarse la vancomicina, siempre
asociada a gentamicina.
En la endocarditis por enterococo se utiliza la penicilina o ampicilina
asociada a gentamicina.
El estafilococo debe tratarse con cefalosporinas de primera generación,
como la cefalotina o cefazolina, o con vancomicina (dependiendo de la
sensibilidad del germen), siempre asociado a la gentamicina más la
rifampicina.
En caso de una endocarditis por hongos, se indicara la anfotericina B
más 5 - fluorocitocina

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