Dislexia
Pediatría
DEFINIENDO LA DISLEXIA
La dislexia es un trastorno
del aprendizaje. Una persona con este tipo de
trastornos tiene problemas para procesar o
comprender las palabras o los números. Hay
varios tipos de trastornos del aprendizaje;
dislexia es el término que se emplea para
designar la dificultad para aprender a leer, aun
cuando la persona con dislexia es capaz de
hacerlo y está motivada para aprender. La
palabra dislexia proviene del griego “dys” que
significa anormal o deteriorado, y “lexis” que
se refiere al lenguaje o las palabras.
La dislexia no es una
enfermedad, es un trastorno con el que se nace y
con frecuencia es un trastorno familiar. Las
personas con dislexia no son tontas ni vagas. La
mayoría tiene una inteligencia normal o
ligeramente superior a la normal y debe trabajar
duro para superar sus problemas de aprendizaje.
CAUSAS DE LA DISLEXIA
Solamente hace unos 100 años
que los médicos identificaron por primera vez el
conjunto de problemas de aprendizaje que ahora
llamamos dislexia. Al principio mucha gente
pensaba que la dislexia estaba causada por
problemas de la visión. Hoy día se sabe que esta
no es la causa.
Los investigadores creen
actualmente que la dislexia ocurre a causa de la
manera en que se forma el cerebro y la manera en
que procesa la información que recibe. Las
modernas técnicas de imágenes cerebrales han
permitido demostrar que cuando una persona con
dislexia lee, emplea zonas cerebrales distintas
de las que emplea una persona sin dislexia.

Esto hace difícil reconocer
las palabras cortas, familiares o pronunciar
palabras largas. Una persona con dislexia
necesita más tiempo para pronunciar una palabra,
puesto que con frecuencia se pierde el
significado de la palabra y la comprensión de la
lectura es pobre. No sorprende, por tanto, que
algunas personas con dislexia tenga problemas
para deletrear, expresarse por escrito e incluso
para hablar a causa de que siguen necesitando
poner juntos los fonemas para formar las
palabras cuando quieren hablar, escribir o leer.
Algunas personas tienen
formas de dislexia más leve, de manera que
tienen menos problemas en estas otras áreas del
lenguaje escrito o hablado. Superar la dislexia
representa un esfuerzo y un trabajo
suplementario, porque la dislexia no es algo que
desaparezca por sí misma o que uno pueda
deshacerse de ella. Las personas con dislexia
deben buscar durante toda su vida las distintas
formas para aprender y emplear las distintas
estrategias para superar el trastorno.
Si bien sabemos hoy mucho más
sobre la dislexia que hace 100 años, todavía
queda un largo camino que recorrer antes de
entender completamente cómo y por qué ocurre.
CÓMO SE "VE" LA DISLEXIA
Si uno tiene dislexia, puede
tener problemas para leer incluso las palabras
más sencillas. Se pueden mezclar las letras, por
ejemplo la palabra “viene” se ve como “nieve”, o
la palabra “bus” se ve como “sub”. Las palabras
de una frase parecen haberse juntado, los
espacios entre palabras se han perdido. Por
ejemplo:
"La spalabra snoes tán
correctamen teespacia das"

"Las pabras se ponuncian
istnto delo ques len"
"Enocasionestodaslasletrasparecequeestánjuntas"
La persona con dislexia tiene
problemas para recordar lo que se lee y lo puede
recordar más fácilmente cuando la misma
información se la leen o se oye en una cinta de
audio. Los problemas con las palabras en las
matemáticas son especialmente difíciles, aun
cuando se tengan los conocimientos básicos de la
aritmética. Si uno está hablando frente a toda
la clase, puede tener problemas para encontrar
las palabras adecuadas o los nombres de
diferentes objetos, aun cuando se sabe
perfectamente qué son y para qué se utilizan.
DIAGNÓSTICO DE LA DISLEXIA
Las personas con dislexia con
frecuencia encuentran formas de adaptarse a su
discapacidad de manera que nadie sabe que tienen
un problema. Aunque esto puede ayudar en alguna
situación embarazosa, buscar ayuda puede hacer
más agradable el colegio y la lectura.
Afortunadamente, la mayoría de personas se
diagnostican en su infancia, pero no es raro que
algunas personas sean diagnosticadas durante su
adolescencia e incluso en la edad adulta.
No existe una forma sencilla
para demostrar la dislexia, aunque los padres o
los profesores del niño con dislexia deberían
sospecharla si advierten la presencia de ciertos
problemas, como los siguientes:
Dificultad con las palabras que riman o la identificación de números o letras
Dificultad con las direcciones, leer de izquierda a derecha o de arriba abajo, o entender los mapas
Mala técnica de lectura, a pesar de tener una inteligencia normal
Dificultad para recordar los nombres correctos de las cosas
Dificultad para memorizar listas escritas y números de teléfono
Incapacidad para acabar los deberes y los exámenes dentro del periodo de tiempo designado
Una persona que tenga uno de
estos problemas no tiene por qué tener dislexia,
pero si alguien tiene varios de estos signos,
debería ser sometido a una exploración para
detectar el trastorno.
La exploración física incluye
el examen de la audición y de la visión para
excluir cualquier enfermedad médica. El
psicólogo del colegio o el psicoterapeuta del
aprendizaje pueden emplear varios tests
estandarizados: medición de la capacidad de
pensamiento, test de inteligencia y otros para
medir las capacidades de lectura, deletreo y
escritura. Algunas personas con dislexia pueden
tener problemas con otras áreas escolares, como
la escritura y las matemáticas, o pueden tener
problemas para prestar atención o para recordar
cosas. En estos casos pueden ser necesarios
otros tests.
"¿Qué tienen en común
Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Albert
Einstein, Thomas Edison, Cher, Tom Cruise, Walt
Disney, Robin Williams, Will Smith y Orlando
Bloom? ¡Que todos son o fueron personas
inteligentes, famosas cada una en su campo! Sí,
y también que todos ellos tienen o tuvieron
dislexia, lo cual no les ha impedido alcanzar
sus metas y objetivos"
VIVIENDO CON DISLEXIA
Aunque vivir con dislexia
puede ser difícil, siempre se puede obtener
ayuda. En algunos colegios puede haber clases
especiales para mejorar la instrucción sobre los
fonemas, tutores para trabajo individualizado;
se puede permitir un mayor plazo de tiempo para
los exámenes, permiso para grabar en audio las
clases o proporcionar notas de lectura para que
se pueda repasar la clase de esta forma. Los
programas de ordenador para mejorar la
pronunciación pueden ser útiles. Finalmente, la
lectura es la mejor manera de practicar y
mejorar la técnica y la habilidad.
El apoyo emocional a las
personas con dislexia también es muy importante.
Con frecuencia se sienten frustrados a causa de
que a pesar de sus grandes esfuerzos no parece
que adelantes tanto como el resto de compañeros
de clase. También con frecuencia creen que son
tontos o estúpidos. Pueden intentar cubrir estas
dificultades volviéndose los payasos de la
clase. Pueden intentar que otros compañeros les
hagan los trabajos. Pueden hacer ver que no les
interesa pasar de curso o pensar que el colegio
es una pérdida de tiempo.
La familia y los amigos
pueden ayudar a la persona con dislexia
empezando por comprender que no es tonto ni vago
y que hace todo lo que puede. Pueden reconocer y
apreciar sus esfuerzos, sea en el deporte, el
teatro, el arte, la creatividad, la resolución
de problemas o lo que sea.
Una persona con dislexia no
tiene por qué sentirse limitado en sus opciones
profesionales. Las personas con dislexia pueden
convertirse en médicos, políticos, ejecutivos,
actores, artistas, maestros, o lo que sea que
hayan elegido ser.

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