Disección aórtica
Cardiovascular
DEFINICIÓN de la diseccion aortica
La disección aórtica o aneurisma disecante es un cuadro caracterizado por el
paso de la sangre de la luz de la arteria aorta hacia el interior de su
pared, a través de un desgarro de su capa más interna.
El desgarro de la capa más interna (íntima) se produce por el continuo
desgaste que ejerce el flujo sanguíneo, que finalmente la rompe. La sangre
ingresa en la pared y se va abriendo paso a través de la capa media
creándose de esta manera un falso conducto, en el cual se acumula sangre. La
sangre allí acumulada puede volver a ingresar en la luz de la aorta por otro
desgarro de la íntima, distante del anterior.
Generalmente, el desgarro se produce a 5 o 6 centímetros del nacimiento de la
aorta en el corazón.
En la mayoría de los casos se trata de hombres de más de 50 años de edad y con
antecedentes hipertensión, enfermedad arterial previa, con depósitos de
ateromas, o algún traumatismo o cirugía en el tórax.
CLINICA de la diseccion de aorta

Habitualmente comienza repentinamente con un dolor en el pecho, intenso muchas
veces. Algunas personas lo describen como si algo se le desgarrara en el
tórax, acompañado de sensación de muerte inminente. En algunos casos se
asemeja al dolor de la
angina de pecho o el
infarto de miocardio al
irradiarse hacia el cuello y el brazo izquierdo.
El dolor también puede aparecer en la espalda entre los omóplatos y si se
desplaza hacia abajo podría indicarnos que la disección se extiende en esa
dirección.
A medida que la disección progresa se van comprometiendo las distintas ramas
colaterales de la aorta. Esto produce síntomas referidos al territorio que
irriga la rama comprometida, como pérdida del conocimiento, hemiplejías,
infarto intestinal, etc.
Las extremidades inferiores pueden presentar dolor, con disminución de la
sensibilidad, producir una sensación de hormigueo y tornarse pálidas, todo
por una merma en el aporte sanguíneo.
TRATAMIENTO de la diseccion de aorta
Si el tratamiento durante la fase aguda del cuadro fue instaurado
oportunamente y ha sido el adecuado, muchas de estas personas tienen una
buena sobrevida durante muchos años.
En algunas puede optarse por un tratamiento con medicamentos para disminuir la
presión arterial, sólo si se encuentran estables desde el punto de vista
hemodinámico y puede afirmarse que la disección aórtica no progresa. Para
ello serán internados en una unidad de cuidados intensivos, donde se le
brindarán los cuidados necesarios.
De progresar la disección, el tratamiento quirúrgico es de elección, siendo
suficiente en algunos casos el cierre del desgarro, pero en otros se
requerirá de la utilización de prótesis especiales.

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