Definición de las arritmias
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En el corazón existen células especializadas que tienen la capacidad de generar un estímulo eléctrico que, a su vez, estimula al músculo cardíaco para que se contraiga y expulse la sangre del corazón hacia los distintos órganos. Estas células especializadas forman nódulos, del nódulo sinusal o sinoauricular parten los estímulos eléctricos que se distribuyen en el corazón determinando su contracción.

La frecuencia cardíaca normal varía en una persona adulta normal entre 60 y 100 latidos por minuto, influenciado por la capacidad de la generación de estímulos en el nódulo sinusal y del sistema nervioso vegetativo. Este último, a su vez, es influenciado por la respiración, aumentando la frecuencia cardíaca durante la inspiración y disminuyendo durante la espiración.
Existen muchas clasificaciones que tienen en cuenta su mecanismo de producción, localización, y el riesgo que son capaces de ocasionar. Si bien todas son incompletas, son muy útiles desde el punto de vista didáctico. Dependiendo de la frecuencia cardíaca, pueden dividirse en taquiarritmias y bradiarritmias. En las primeras, la frecuencia se encuentra por encima de los 100 latidos por minuto; en las últimas la frecuencia es de 60 latidos por minuto.
CLINICA de las arritmias cardiacas

En muchos casos las arritmias son detectadas por casualidad en una persona sin ningún síntoma que lo afecte.
Los síntomas más característicos son la sensación desagradable de los latidos cardíacos en el pecho, el cuello o parte alta del abdomen; insuficiencia cardíaca, pérdida transitoria del conocimiento o dolor en el pecho, sobre todo en las personas con angina de pecho o un infarto de miocardio previo.
TRATAMIENTO de las arritmias cardiacas
Algunas arritmias no producen manifestaciones clínicas, ni alteraciones circulatorias importantes y son de buen pronóstico, pero otras causan un gran estado de ansiedad cuando quienes las sufren toman conciencia del cuadro, por lo que es muy importante tranquilizar a la persona enferma.
En muy pocos casos puede encontrase la causa desencadenante de la arritmia, como la excesiva ingestión de alcohol o cafeína, con lo que se prevendría la reaparición en otra oportunidad.

Grupo I: quinidina, procainamida, lidocaína, flecainida, etc.
Grupo II: bloqueantes beta adrenérgicos, como propranolol.
Grupo III: amiodarona, sotalol.
Grupo IV: antagonistas del calcio, como verapamilo y diltiazen.
La elección de cada uno de estos medicamentos va a depender del tipo de arritmia, de la edad de la persona y de la presencia de otras enfermedades, entre otros factores.

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