Condiloma
Enfermedades de Transmisión Sexual
El condiloma acuminado es una nfermedad
vírica de la piel caracterizada por el
crecimiento de una verruga blanda en los
genitales o en la región anal. En los adultos,
el trastorno se considera una enfermedad de
transmisión sexual (ETS), pero en niños el virus
aparece o se transmite con o sin el contacto
sexual.
OTROS NOMBRES
Condiloma.Condiloma acuminata.Verrugas en el pene.Virus del papiloma humano (VPH).Verrugas venéreas.
CAUSAS
Los condilomas son ocasionados por el virus
de papiloma humano (VPH). Los virus del papiloma
ocasionan pequeños crecimientos (verrugas) sobre
la piel y membranas mucosas. La infección de las
regiones anales y genitales con VPH puede
ocasionar verrugas (condiloma ano-genital) sobre
el pene, vulva, uretra, vagina, cuello del
útero, y alrededor del ano (perianal).
Han sido clasificados más de 50 tipos diferentes
de VPH. Los tipos más severos, incluyendo los
tipos 6 y 11, se asocian con abultamiento y
aspereza, y las verrugas genitales son
fácilmente visibles (especialmente en mujeres).
Los otros tipos se asocian con verrugas planas.
Hay otros tipos más importantes que se asocian
con cambios pre-malignos y malignos en el cuello
del útero (manchas anormales en el Papanicolau).
Estos comprenden los tipos 16, 18, 31, 39, 45,
51, y 52. La investigación también nos muestra
que la presencia conjunta de VPH y el virus de
herpes es un buen predictor del cáncer cervical.
Las lesiones sobre los genitales externos se
reconocen fácilmente (verruga en coliflor). En
el pene, las verrugas genitales tienden a ser
más pequeñas que sobre los genitales femeninos o
que las perianales en ambos sexos. Los
condilomas crecen mejor en el área genital
húmeda. Son ásperos, coloreados y duros
apareciendo solos o en racimos. Si no se tratan,
las verrugas alrededor del ano y de la vulva
pueden agrandarse rápidamente tomando un aspecto
de coliflor ya que el mantener el área infectada
seca puede ser un problema, y las verrugas se
asientan frecuentemente en las áreas húmedas.
En las mujeres el VPH puede invadir la vagina
y el cuello del útero. Estas verrugas son planas
y no son fácilmente visibles sin procedimientos
especiales. Como el VPH puede ser el principio
de un cambio precanceroso en el cuello del útero
(displasia cervical), es importante que se
diagnostique y trate. Para detectar el VPH es
importante hacer la prueba de Papanicolau
regularmente.
La infección por VPH es muy frecuente, aunque
la mayoría de personas afectadas no tiene
síntomas (son asintomáticos). En varios estudios
hechos en colegios con mujeres, aproximadamente
la mitad eran positivas para VPH; aunque solo de
un 1% a un 2% había tenido verrugas visibles. La
incidencia de verrugas genitales parece aumentar
rápidamente, aunque esto puede ser debido a una
mejora en el diagnóstico.
Entre los factores de riesgo de las verrugas
genitales se incluyen las parejas sexuales
múltiples, parejas de desconocidos, mal uso del
preservativo, y el inicio temprano de la
actividad sexual. En niños, aunque el virus
puede transmitirse no sexualmente, la presencia
de condiloma acuminata debería despertar
sospechas de abuso sexual.
CLÍNICA
Aparición de tumores sobre los genitales de
aspecto verrugoso que han aumentado.
Lesiones superficiales de aspecto
coloreado que han aumentado.
Lesiones genitales.
Úlceras genitales.
Verrugas anales.
Crecimientos anormales alrededor del
ano o zona genital femenina con forma de
coliflor.
Aumento de humedad en el área de los
crecimientos.
Picor del pene, escroto, área anal,
o vulva.
Aumento de la descarga vaginal.
Sangrado vaginal anormal (no
asociado con el periodo menstrual) después del
acto sexual.
Nota: Frecuentemente no se notan
síntomas.
DIAGNÓSTICO
Un examen genital da a conocer lesiones en cualquier parte de los órganos genitales externos. Estas lesiones son superficiales, de color blanquecino, delgadas o gruesas, solas o en grupo. En las mujeres, un examen pélvico puede dar a conocer crecimientos sobre las paredes vaginales o en el cuello del útero. Para ver lesiones invisibles a simple vista se puede realizar una colposcopia. El tejido de la vagina y del cuello del útero puede tratarse con ácido acético para hacer que las verrugas se hagan visibles.
Pruebas adicionales para mujeres: Un Papanicolau para ver posibles cambios asociados con el VPH. Una colposcopia para ver lesiones genitales externas o internas que son invisibles a simple vista.
PREVENCIÓN
Como con todas las enfermedades de transmisión sexual, la abstinencia total es la única manera segura de evitar verrugas venéreas. Una relación monógama sexual con una persona conocida sana (libre de enfermedad) es la manera más práctica de evitar enfermedades de transmisión sexual.
El preservativo previene de la infección por VPH, y cuando se usa correcta y coherentemente, proporciona una buena protección no solamente contra el VPH sino también contra otras ETS.
COMPLICACIONES
Con el tratamiento e identificación adecuada, las verrugas genitales normalmente pueden controlarse. Las lesiones reaparecen frecuentemente después del tratamiento.
Han sido identificados por lo menos 60 tipos de virus de papiloma humano. Muchos de ellos se han asociado con el cáncer cervical y vulvar. Las lesiones pueden llegar a ser numerosas y bastante grandes, requiriendo más seguimiento y tratamiento.
TRATAMIENTO
Los tratamientos tópicos para erradicar las lesiones incluyen: ácido tricloroacético, podofilino, y nitrógeno líquido.
Los tratamientos quirúrgicos incluyen: crioterapia, electrocauterización, terapia con láser, o escisión quirúrgica .
Las parejas con relaciones sexuales con el enfermo también necesitan ser examinadas por un médico y las verrugas deben ser tratadas si aparecen.
Debería practicarse la abstinencia o usarse preservativos hasta la completa desaparición de la enfermedad.
Se debe hacer un control a las pocas semanas de terminar el tratamiento. Después es suficiente con un autoexamen a no ser que empiecen a aparecer verrugas otra vez.
Las mujeres con una historia de verrugas genitales, y las mujeres de hombres con una historia de verrugas genitales, deberían hacerse un papanicolau por lo menos cada 6 meses (las mujeres afectadas lo harán después de 3 meses de iniciado el tratamiento).

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