Vaya al Contenido

Arteriosclerosis

Cardiovascular
DEFINICION de la arteriosclerosis

La arteriosclerosis, que significa literalmente endurecimiento de las   arterias, es una enfermedad degenerativa caracterizada por el estrechamiento   de las arterias. Sobre las paredes arteriales se van depositando lípidos,   células fibrosas, células musculares, cristales de colesterol y   depósitos de calcio, que forman placas de ateroma (se denominan así las   placas que originan esta enfermedad) y poco a poco obstruyen las arterias.   La arteriosclerosis se desarrolla lentamente y sus alteraciones morfológicas   pueden surgir a edades tempranas.

Es una patología de difusión universal aunque hay notables diferencias   geográficas, raciales y sexuales en la incidencia de esta enfermedad. En las   últimas décadas se puede hablar de endemia en los países industrializados   debido a su alta incidencia entre la población de los estados más   desarrollados.  

Aunque el término arteroesclerosis existe sólo desde hace más de un siglo, se   han encontrado rastros de arteriosclerosis en momias de la Decimoctava   Dinastía de los faraones de Egipto (1224 A.C.). Pero a pesar de la larga   historia de esta enfermedad, nuestros conocimientos sobre su desarrollo y   progresión son todavía muy limitados y llenos de incógnitas.  

La enfermedad arterosclerótica comienza en todos los individuos, sin tener en   cuenta el lugar de origen, en los primeros 20 años de vida y de la misma   manera. Inicialmente se desarrolla una pequeña placa muy benigna, la   denominada estría grasa, que se puede encontrar en los primeros años de vida   en las grandes y medianas arterias como la aorta y las coronarias. Estas   estrías pueden desaparecer o evolucionar muy lentamente y originar la   formación de las placas de ateroma.

Hoy   sabemos que cada uno de nosotros nace con una distinta geometría   tridimensional de las arterias, especialmente de las coronarias, y   precisamente en las zonas donde las arterias se bifurcan y dividen se forman   turbulencias de la corriente sanguínea que probablemente originan lesiones   del recubrimiento interno de las arterias, que se lesiona y se hace más   permeable a las células y elementos bioquímicos que circulan en la sangre:   lípidos, células fibrosas, detritus celulares y otros elementos penetran en   este endotelio dañado originando las placas arteroscleróticas.  

Actualmente un nuevo elemento aparece en el complejo proceso evolutivo de la   placa ateromatosa: la inflamación. La placa puede romperse, formar un   coágulo o taponar totalmente la arteria y en este proceso la inflamación   parece jugar un papel protagonista. De hecho se han detectado niveles altos   de proteina C reactiva (PCR) en la sangre, que aparecen cuando hay   inflamación, en personas que después han sufrido un infarto. Incluso se dice que la determinación de PCR puede sustituir en   un futuro a otras determinaciones para predecir el riesgo de sufrir un   infarto.
Comentar


sin comentarios
Regreso al contenido